CONVERTÍOS Y CREED EN EL EVANGELIO
Con estas palabras nuestro consiliario nos impondrá la ceniza y comenzará un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días para la conversión del corazón.
La imposición de la ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo. Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres. Las cenizas que el sacerdote nos impone se elaboran a partir de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del pasado año, y son bendecidas y colocadas sobre nuestra cabeza o la frente, como signo de la caducidad de la condición humana. La ceniza representa la destrucción de los errores del año anterior al ser éstos quemados. Vivamos intensamente la cuaresma preparando fielmente para la Pascua.
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