Hoy se cumple un año de un día
que difícilmente podremos olvidar. Aquel 24 de Octubre de 2010 quedará grabado
en la historia de nuestra Hermandad y en la reciente historia de Cabra. Era el
culmen de todo un año cargado de actividades, de cultos y como no, de un
trabajo incansable de todos los que formamos la Junta de Gobierno y de un número
importante de hermanos dispuestos siempre a colaborar con nosotros y con la
Hermandad.
Ese día terminaba los actos de celebración del
350 Aniversario de nuestros Orígenes. Día que comenzó con el Solemne Pontifical
que presidió el Cardenal Monseñor Fray Carlos Amigo Vallejo, Arzobispo Emérito
de Sevilla, concelebrando junto a nuestro Consiliario don Zacarías Romero
Arroyo. Su homilía fue muy cercana a todos y en sus palabras nos animó a vivir
desde el amor y dejar fuera de nuestra vida la envidia, el orgullo, el odio y
el rencor. También nos decía que si extraordinario es el pasado de nuestra
hermandad, la celebración de este aniversario no debía ser el final de una
etapa sino el comienzo de una nueva. Así debemos emprender la nueva etapa que
nos ha tocado vivir, donde el amor entre todos los que formamos parte de esta
Hermandad sea el primer y principal protagonista.
El día se cerraba con la procesión extraordinaria
de nuestro Sagrado Titular que lucía las nuevas potencias de plata chapadas en
oro con pedrería, bendecidas por el propio Cardenal. En la puerta del
Ayuntamiento la Alcaldesa nos entregaba el pergamino del Decreto que nos
otorgaba la Mención Honorífica, significada en el escudo de oro de la ciudad y
que ella misma imponía a Jesús de la Columna y Azotes. La voz de José Manuel Rodríguez
y el piano de Alfonso Fernández ponían las notas musicales a un sencillo pero
emotivo acto, cerrando así un año cargado de sentimientos.
Con estas pocas palabras quiero agradecer a todos
los que hicieron posible dicha efemérides, a los que están y aquellos que
formaron parte de la Hermandad, a todos mi eterno agradecimiento. Me siento
tremendamente afortunado por ser parte de esta historia, que entre todos
estamos escribiendo, pero al igual que Monseñor en su homilía, os animo a todos
a trabajar por engrandecer nuestra Cofradía, sin olvidar nunca lo más
importante, el amor a nuestros semejantes, y a nuestros hermanos, así pasados
unos años, cuando los que nos precedan celebren su aniversario puedan decir
como Fray Carlos Amigo nos dijo : "¡Cómo pasa el tiempo... y cómo
permanece el amor!".
Jesús Manuel Cañete
Navas
HERMANO MAYOR
en ese dia tambien fue muy importante las nuevas POTENCIAS DEL SEÑOR¡¡
ResponderEliminar